Profesor adjunto
Laboratorio de Neurobiología Molecular
Cátedra de Desarrollo William Scandling
El sistema nervioso tiene una capacidad increíble para recibir y procesar información compleja, pero la única forma en que puede ejercer una influencia en el mundo exterior es a través del movimiento, ya sea pateando una pelota, escribiendo un correo electrónico o usando las cuerdas vocales para hablar. Los seres humanos han desarrollado un repertorio asombrosamente diverso de comportamientos motores para ayudar a traducir las intenciones en acciones. Incluso los movimientos aparentemente simples requieren la extensa coordinación de docenas de músculos para garantizar que los esfuerzos físicos sean exitosos, pero los científicos solo han comenzado a rascar la superficie de cómo se logra esto. Comprender cómo se aprenden, planifican, ejecutan y corrigen los movimientos puede enseñarnos más sobre cómo los circuitos neuronales gobiernan el comportamiento y cómo la evolución ha dado forma al sistema nervioso de los mamíferos. Este tipo de conocimiento podría aclarar cómo la enfermedad o lesión interrumpe la ejecución normal del movimiento y allana el camino para un mejor diagnóstico y tratamiento.
Eiman Azim utiliza un enfoque multidisciplinario para identificar cómo los circuitos neuronales resuelven los desafíos del control motor, aprovechando herramientas genéticas y virales, análisis anatómicos, registros electrofisiológicos, imágenes y pruebas detalladas de comportamiento motor. Al diseccionar la diversidad molecular, anatómica y funcional de las vías motoras elemento por elemento, Azim tiene como objetivo identificar los circuitos neuronales y reconstruir los fundamentos del movimiento, especialmente los movimientos hábiles como alcanzar, agarrar y manipular objetos. Los movimientos diestros de los brazos y las manos son funciones motoras críticas que a menudo se ven afectadas por enfermedades y lesiones neurodegenerativas, y el trabajo de Azim busca sentar las bases para un mejor tratamiento y recuperación de la función.
Azim identificó circuitos dedicados a controlar características específicas del movimiento, apoyando la idea de que existe una organización modular en el sistema motor, lo que significa que ciertos circuitos controlan el alcance, otros controlan el agarre, y así sucesivamente. Su trabajo ayuda a mostrar que esta organización es compartida entre especies de mamíferos.
Azim investigó las neuronas inhibitorias en la médula espinal que controlan la fuerza de la retroalimentación sensorial entrante y demostró que este circuito es esencial para mantener la estabilidad de la extremidad durante el movimiento.
Azim trazó un mapa de un circuito espinal que transmite copias de los comandos motores dentro del sistema nervioso, lo que ayuda a mantener al cerebro consciente de su producción en curso. Su investigación mostró que estas señales de copia interna se canalizan a través de una parte del cerebro llamada cerebelo y se pueden usar para actualizar los movimientos muy rápidamente, lo que respalda la velocidad y la precisión de los comportamientos hábiles.
BS, Biología, Universidad de Stanford
BA, Filosofía de la Ciencia, Universidad de Stanford
Doctorado, Neurociencia, Universidad de Harvard
Becario postdoctoral, Universidad de Columbia